12 septiembre, 2007

Equus arte



En esta ocasión, por sensata prudencia y como para evitar una fatal paráfrasis decidí en vez de extenderme en comentarios pesimistas, transcribir ciertos apartes de la columna escrita por Antonio Caballero para la revista ARCADIA del mes de Agosto. Y cito: “Son horrendos. Todos son horrendos: los de artistas consagrados y los de aficionados domingueros entusiastas”. “Los conocí cuando pasaba por el Parque de la 93. Me estremecí. No fui capaz de hacer la ronda completa, así que no los vi todos. Pero vi los suficientes para poder asegurar que todos son horrendos”. “Hablo de esos caballos de yeso o de poliestireno o de papier maché o de fibra de vidrio o de lo que sea”. “Hablo de esos caballos pintarrajeados de dorado o de verde, enjaezados de flores como de mazapán, adornados con bombillos eléctricos que parpadean, cortados en rodajas, estirados como jirafas de plastilina, pintados de amarillo, azul y rojo como el tricolor patrio, que últimamente han traído a decorar las calles de bogotá”. “Informa la prensa que una vez concluida la exhibición en plazas y parques los caballos serán subastados. ¿A quién le va a tocar comprarlos?”.1

Frases perfectas para hablar de un proyecto que aunque pretende embellecer la ciudad la está afeando inconscientemente. A futuro los organizadores tendrán que tener en cuenta que al plantear una exposición itinerante por una ciudad, el tema o pretexto debe coincidir con el hecho de que es una urbe, una capital, una metrópolis. Con esto quiero decir que es necesario que la curaduría se preocupe por la mimesis entre la obra de arte y –repito, en mayúsculas para que se entienda- LA CIUDAD. He ahí la clave para que dichos proyectos funcionen. ¿Qué hubiera pasado si las mariposas en metal no hubieran sido gigantes sino al contrario diminutas (tamaño real) y estuvieran por ahí colgadas, cual móviles de Kalder en parques y plazas públicas? ¿Qué pasaría si en vez de caballos hubieran hecho perros callejeros o pájaros carpinteros? ¿Qué pasa si los artistas intervienen señales de tránsito, avisos publicitarios, pasos peatonales? Enfin…

Todos los caballos los encuentran en la página de Fundación Corazón Verde.


1
CABALLERO Antonio. Los caballos de Atila. Revista Arcadia No. 23. Agosto 2007.

3 Comentarios:

Blogger Rossina Bossio dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

13 de septiembre de 2007, 8:26:00 p. m. COT  
Blogger Santiago T dijo...

Todalmente de acuerdo con la autora y con antonio cabellero, pero ademas de ser "horrendos" el uso de estos caballos en determinados lugares de bogota, esta PRIVATIZANDO los espacios publicos!!

13 de octubre de 2007, 3:10:00 p. m. COT  
Anonymous Anónimo dijo...

La palabra bonito, es demasiado efímera y es imposible que lo que es bello para unos lo sea para otros...el arte es algo que uno nunca sabe que va a resultar...

26 de octubre de 2007, 10:32:00 a. m. COT  

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