300% diseño español
100 Carteles
100 Lámparas
100 Sillas
Les juro, y lo digo muy en serio, que si no cesa pronto de llover aquí en la ciudad, me mudaré definitivamente a un paraíso tropical en dónde me sirvan enormes y refrescantes coctéles de alta alcurnia. Porque de veras que me enfurece llegar a todas las galerías, museos y reuniones sociales con mis tacones y mis hermosas medias hechas añicos por la interperie.
Sería el caso de la tarde en la que asistí a ver esta muestra que colgaron en el Museo de Arte Moderno. Una exhibición muy al estilo "As bajo la manga" para atraer público y generar recursos, que sin embargo permite ver objetos y piezas maravillosas.
Muy grata resulta la gráfica propuesta por uno de los grandes de España, Isidro Ferrer, quien logra transmitir a través de elementos muy concretos y contemporáneos, la solidez y trascendencia del diseño español del último siglo. Gratificante poder admirar, lejos de su contexto, una extensa serie de carteles que describen y demuestran el eclecticismo y la heterogeneidad del diseño español pero aún así siendo coherente en tanto que propuestas de finos comunicadores de ideas. Un pasillo un tanto atestado pero que logra servir de espacio para exhibir los renombrados 100 carteles. Es aquí cuando uno sigue imaginándose la anhelada ampliación del museo.
Las lámparas se vuelven como sugerentes objetos de una feria de ciencias que tienen la particularidad de llamar la atención a todo el mundo. Porque no importa quien sea el espectador, siempre va a curiosear ante una pieza como la iluminaria de techo construída a base de esferos marca BIC.
Ya al final las sillas lo que más me provocaban eran una incansable fatiga y unas ganas enormes de sentarme para descansar los pies. Lo digo porque realmente estaba exhausta por la lluvia y el corre, corre, Lola corre, y porque las sillas, a diferencia de otros objetos de diseño industrial son tal vez los objetos que más han copiado en los últimos años. Porque No hay mobiliario que escape a la manufactura china y sus reducidícimos precios. Por eso nada despeluca. Porque parece que lo hubiéramos visto algún día en un bar, un restaurante o un local.
Mi conclusión es que es interesante para incentivar la cultura del diseño y demostrar la importancia de los objetos y señales de comunicación que nos rodean. Creo que cumple con una función pedágogica y de sensibilización que algún día estoy seguro que surtirá sus frutos en una sociedad que no parece tener ni tiempo, ni corazón, ni cabeza para pensar en mal llamadas "cosas suntuarias".
100 Lámparas
100 Sillas
Les juro, y lo digo muy en serio, que si no cesa pronto de llover aquí en la ciudad, me mudaré definitivamente a un paraíso tropical en dónde me sirvan enormes y refrescantes coctéles de alta alcurnia. Porque de veras que me enfurece llegar a todas las galerías, museos y reuniones sociales con mis tacones y mis hermosas medias hechas añicos por la interperie.
Sería el caso de la tarde en la que asistí a ver esta muestra que colgaron en el Museo de Arte Moderno. Una exhibición muy al estilo "As bajo la manga" para atraer público y generar recursos, que sin embargo permite ver objetos y piezas maravillosas.
Muy grata resulta la gráfica propuesta por uno de los grandes de España, Isidro Ferrer, quien logra transmitir a través de elementos muy concretos y contemporáneos, la solidez y trascendencia del diseño español del último siglo. Gratificante poder admirar, lejos de su contexto, una extensa serie de carteles que describen y demuestran el eclecticismo y la heterogeneidad del diseño español pero aún así siendo coherente en tanto que propuestas de finos comunicadores de ideas. Un pasillo un tanto atestado pero que logra servir de espacio para exhibir los renombrados 100 carteles. Es aquí cuando uno sigue imaginándose la anhelada ampliación del museo.
Las lámparas se vuelven como sugerentes objetos de una feria de ciencias que tienen la particularidad de llamar la atención a todo el mundo. Porque no importa quien sea el espectador, siempre va a curiosear ante una pieza como la iluminaria de techo construída a base de esferos marca BIC.
Ya al final las sillas lo que más me provocaban eran una incansable fatiga y unas ganas enormes de sentarme para descansar los pies. Lo digo porque realmente estaba exhausta por la lluvia y el corre, corre, Lola corre, y porque las sillas, a diferencia de otros objetos de diseño industrial son tal vez los objetos que más han copiado en los últimos años. Porque No hay mobiliario que escape a la manufactura china y sus reducidícimos precios. Por eso nada despeluca. Porque parece que lo hubiéramos visto algún día en un bar, un restaurante o un local.
Mi conclusión es que es interesante para incentivar la cultura del diseño y demostrar la importancia de los objetos y señales de comunicación que nos rodean. Creo que cumple con una función pedágogica y de sensibilización que algún día estoy seguro que surtirá sus frutos en una sociedad que no parece tener ni tiempo, ni corazón, ni cabeza para pensar en mal llamadas "cosas suntuarias".
1 Comentarios:
Curiosísimo y paradójico eso de "300% spanish design"...
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