Cambio extremo / Camilo Villegas

Quisiera calificar con el adjetivo de "patético" el debut artístico del hijo de Benjamín Villegas, Camilo Villegas. Sus dibujos, evidentemente inocentes y "naïf" no logran transmitir la aparente preocupación de este joven por los cambios extremos. Hablo del discurso sobre la cirugía plástica, los canones de belleza y las apariencias estéticas. No son ni buenos collages, ni ilustraciones dicientes. En ningún momento se siente que esos personajes en pasteles puedan llegar a ser una suerte de cara de papa de la realidad. Y lo más grave es que esto se presenta en una de las que supestamente es una de las galerías más importantes de Bogotá (Sextante Galería), la cual hace alarde de su contemporaneidad y vanguardísmo. Esta es la viva muestra de que es más importante complacer a un gigante del editorial, y de seguro aliado del taller Arte Dos gráfico, que promover obras de calidad.

El muchacho sin embargo, a diferencia de sus obras, es supremamente bien plantado y agraciado. Por lo cual si tuviera yo diez años menos no dudaría en ponerle una argolla y llevarmelo al altar.