20 julio, 2007

You are here / Saúl Sánchez

El Miércoles fue uno de esos días supremamente agitados. Tenía ciento cuarenta siete mil doscientas cosas que hacer. Vueltas. Papeleo. Lobby. Citas. Reuniones. Prueba de vestido, etc. La vida de diva me tiene un poco agotada. Aunque no tanto como para dejar de asistir a la inauguración de uno de los que considero es de los artistas más prometedores de la generación intermedia. Hablo de Saúl Sánchez. Un desgarbado joven de veintinueve años, en cuyo rostro resaltan unas protuberantes gafas y una descuidada cabellera negra. Caricatural.

La cita era en la galería Nueve ochenta, el naciente espacio expositivo dirigido por César Gaviria y Carlos Hurtado, a quienes les han llovido buenas críticas por proponer una estructura cultural mucho más sólida y acorde con las necesidades del mundo artístico actual. Supongo que merecen un aplauso por arriesgarse e introducir nuevas tendencias en cuanto a coleccionismo, promoción y divulgación. Esto le pone una presión extra y necesaria a casas sagradas como La Galería Alonso Garcés o la Casas Reigner que simulan a través de incoherentes programas una actualización en sus políticas. En el caso de la galería La Cometa habrá que esperar de que se trata su tan anunciada reinauguración.



You are here. Ese era el texto que me daba la bienvenida a la tan anhelada muestra. Una “popocha” flecha en resina roja (similar a las que indican tu ubicación en los juegos de video) se suspendía radiante en la entrada. Mis tacones se apuraban para comenzar el recorrido. Lo primero, un par de rejas en primer plano. Confuso. Bizarro. Extraño hasta que seguí mi camino y entendí que me adentraba a una selva llena de hermosos primates pintados en acrílico. Mi falda se engalanaba y mis ojos se deleitaban. Simios iban y venían y la curaduría me demostraba el verdadero origen y la naturaleza primaria de los que decimos ser los seres más inteligentes del planeta. Aquellos que por un pan pelean y que por un papel destruyen.



En términos técnicos, estaba impecable. La factura de cada una de las pinturas resalta la evidente pericia de este artista.

En cuanto a la curaduría lograba algo muy difícil. Guiar al espectador. Tan bien, que sin quererlo te encontrabas con un texto científico repugnante de leer, y que de nuevo, te hacía sentir lo tontos que realmente somos.

En resumen, nueve sobre diez. Tu estás aquí humano endemoniado. Así que bájate de la nube. No te creas tan intelectual. Sé más humilde. Y aún mejor, más torpe,más tonto y banal. La exposición hablaba por si sola. No solo las pinturas sino los tres elementos extra que venían a cerrar todo con broche de oro: un video burlón, el texto-silla-maní, y la reja real para el encierro del espectador. Mi única preocupación: el look de Saúl. Esperaría un pronto corte de cabello.



15 julio, 2007

Extra No. 7: Londres

Tate Modern






Universidades









08 julio, 2007

Extra No.6: Berlin

El año de ensueño
Increíblemente este año coinciden 4 de los más importantes eventos de arte contemporáneo del mundo. Hablo de la 12ª documenta de Kassel (Alemania), del Skulptur Projet en Münster-Alemania, de la ya desgastada Bienal de Venecia (Italia) y de la 38º Feria comercial de Basilea (Suiza). Cuatro magno eventos publicitados como el Grand Tour 2007. Los interesados pueden obtener información en la página www.grandtour2007.com

Mi pequeño sueño es que algún día tengamos ese recorrido cultural ya no en Europa, sino en Latinoamérica. Habrá que gestionar y promocionar la idea entre Galerías, instituciones y publicaciones. Ya verán como muevo un par de contactos y en unos años tendremos nuestro propio Magno Tour.



Entre las curiosidades de Berlin, está por un lado un bien “en-caminado” interés por la fotografía, y por el otro, una labor mancomunada de organización y clasificación de todos los eventos artísticos que acontecen en la ciudad. Esto sin preferencias ni centralizaciones, como sí suele pasar en nuestro contexto. Un mundillo “lagartoso” y enroscado.



Escuela Alemana


Esta visita no me dijo nada. Solo que los alemanes son pulcros y aburridos. Más pulcros que aburridos.







O.C. Gallery

Aquí vi la mejor obra de mi recorrido. Una relajante imagen de Phillipe Chancel. Simplicidad, comunicación, dominio técnico de la fotografía, factura, realidad onírica. Demasiado bien. Demasiado bien. Dulce como el caramelo.







Deutsche Guggenheim





Museo Helmut Newton



Unas impecables ampliaciones en tamaño natural me hicieron vibrar. Todo, hasta que llegué a una especie de auto-hall de la fama en donde lo único que se respiraba era la detestable vanidad y el extremo egocentrismo de este fotógrafo pop. Un Helmut Newton sin modestia aparte

01 julio, 2007

Extra No. 5: Paris

Ecole des Beaux Arts









Si me preguntan a mí, que por supuesto soy una experta en la materia, esta entrega de trabajos de grado presentada en la tradicional y un tanto conservadora Escuela de Bellas Artes de Paris, no tiene nada que envidiarle a muchos de los trabajos que en los últimos años he visto, por ejemplo, en el museo de la Universidad Nacional. Mentiras. Sí hay algo que envidiar: la cantidad de dinero. Evidentemente la gran diferencia entre el arte joven del “primer mundo” y el del “tercer mundo” es el presupuesto y los medios. Es decir que mientras en ambas partes los discursos son más que similares (Ej.: la colección/curiosidad/miscelánea, la iconografía popular/íconos, la reivindicación política/social/económica, la investigación social/antropológica/psicológica, la ilustración pictórica, etc.) lo que realmente difiere, son los fondos y el presupuesto. De tal forma que mientras allá las esculturas miden 10 metros, aquí miden 1. Idéntico para las instalaciones, los videos y hasta las pinturas. Cuestión de magnitud.

Acá las universidades, incluso las privadas, no invierten lo suficiente para realizar exposiciones y promocionar a sus estudiantes. A veces por escasez, a veces por negligencia. Como siempre, todo se debe más a nuestra posición periférica, que al recurso humano o capacidad intelectual.



Instalación urbana








Esta es una genial intervención en el espacio público. Dos perros hablan banalidades y hacen chistes sosos en medio del ambiente intelectual de las galerías que se encuentran en la zona bohemia-burguesa de Saint-Michel, Saint-Germain des Près y los alrededores del Marais. Arte light y reflexiones pueriles para retar la intelectualidad artística. Se me hace agua la boca.



Centre Georges Pompidou








El Centro Georges Pompidou es el museo “futurístico” por excelencia. Aquel donde convive una exuberante colección de arte moderno con exposiciones temporales de arte contemporáneo. Todo en una construcción que debe presentar alguna originalidad arquitectónica o urbanística. Es el modelo actual para cualquier metrópolis.
Sin embargo les confieso que aunque este edificio “galerístico” es sumamente bello, su curaduría vuelve y delata la psicorrígidez y rigurosidad francesa. El recorrido de la colección permanente es aburrido y a veces hasta confuso. Qué diferencia con la Tate Modern.

El equivalente local es el complejo construido por el Banco de la República, justo al frente de la biblioteca Luis Angel Arango. En él se mezcla precisamente la idea de una candelaria colonial con un luminoso espacio moderno. Todo integrado a la Bogotá globalizada del nuevo milenio (Juan Valdez). Ironía.



Monumenta 2007








Exposición temporal de Amsel Kiefer. La gran alfombra roja. Lo monumental. La grandilocuencia del artista. El Magno Evento. Similar al personaje de Cádiz en la última novela de Angela Becerra. He ahí el egocentrismo llevado al límite. En nuestro contexto no existe ese tipo de artista, aun si la gran mayoría desearían serlo.