29 marzo, 2009

300% diseño español

100 Carteles
100 Lámparas
100 Sillas






Les juro, y lo digo muy en serio, que si no cesa pronto de llover aquí en la ciudad, me mudaré definitivamente a un paraíso tropical en dónde me sirvan enormes y refrescantes coctéles de alta alcurnia. Porque de veras que me enfurece llegar a todas las galerías, museos y reuniones sociales con mis tacones y mis hermosas medias hechas añicos por la interperie.

Sería el caso de la tarde en la que asistí a ver esta muestra que colgaron en el Museo de Arte Moderno. Una exhibición muy al estilo "As bajo la manga" para atraer público y generar recursos, que sin embargo permite ver objetos y piezas maravillosas.

Muy grata resulta la gráfica propuesta por uno de los grandes de España, Isidro Ferrer, quien logra transmitir a través de elementos muy concretos y contemporáneos, la solidez y trascendencia del diseño español del último siglo. Gratificante poder admirar, lejos de su contexto, una extensa serie de carteles que describen y demuestran el eclecticismo y la heterogeneidad del diseño español pero aún así siendo coherente en tanto que propuestas de finos comunicadores de ideas. Un pasillo un tanto atestado pero que logra servir de espacio para exhibir los renombrados 100 carteles. Es aquí cuando uno sigue imaginándose la anhelada ampliación del museo.

Las lámparas se vuelven como sugerentes objetos de una feria de ciencias que tienen la particularidad de llamar la atención a todo el mundo. Porque no importa quien sea el espectador, siempre va a curiosear ante una pieza como la iluminaria de techo construída a base de esferos marca BIC.

Ya al final las sillas lo que más me provocaban eran una incansable fatiga y unas ganas enormes de sentarme para descansar los pies. Lo digo porque realmente estaba exhausta por la lluvia y el corre, corre, Lola corre, y porque las sillas, a diferencia de otros objetos de diseño industrial son tal vez los objetos que más han copiado en los últimos años. Porque No hay mobiliario que escape a la manufactura china y sus reducidícimos precios. Por eso nada despeluca. Porque parece que lo hubiéramos visto algún día en un bar, un restaurante o un local.

Mi conclusión es que es interesante para incentivar la cultura del diseño y demostrar la importancia de los objetos y señales de comunicación que nos rodean. Creo que cumple con una función pedágogica y de sensibilización que algún día estoy seguro que surtirá sus frutos en una sociedad que no parece tener ni tiempo, ni corazón, ni cabeza para pensar en mal llamadas "cosas suntuarias".

25 marzo, 2009

Taxonomía Visceral

Me causa cierto escozor pensar que aquellos fabricantes de imágenes que antes deslumbraban al mundo entero y hacían las delicias de los glotones de narraciones visuales, ahora son llamados diseñadores o ilustradores y están un tanto vetados en el mundo del arte contemporáneo. Al menos eso siento ya que en pocas muestras se encuentran esas construcciones imaginarias, fantásticas o surreales. Por eso me tomé el tiempo de ir hasta la avenida ‘parkway’ me comí un generoso postre en Crêpes and Waffles con mi cuñado y luego cruzé la calle para ver una exposición de ilustradores en Casa Ensamble. La muestra llevaba por nombre Taxonomía visceral, un título demasiado enciclopédico y ‘visceral’ para mi gusto. Lo cierto es que tenía mucha curiosidad. Pero de nuevo, como ha sido mi experiencia en esta construcción art-déco dirigida por Alejandra Borrero sentí que por sus características no es el mejor espacio de exhibición. Cada pieza pierde mucho. Por lo dispar de las paredes, por el excesivo decoro de los pasillos y las escaleras y por la inminente falta de iluminación. Pero dejando de lado eso, las obras, que yo imaginaba me iban a sacar de la rutina y llevarme a casa con una enorme sonrisa, me producieron en cambio un inevitable sentimiento de desazón. Muchas imágenes excesivamente recargadas, otras muy obvias y la mayoría aburridas.



Destaco, en cambio, a pesar de las falencias del sitio, la obra de José Rosero. Impecable. Un ilustrador/artista nato que propone un discurso reflexivo y a la vez poético basado en situaciones locales conocidas por todos. Así mismo rescato las piezas de Lina Arias, que aunque recurre al machacado 'cliché' de los pecados capitales propone unos arquetipos muy ricos de ver y un montaje que destaca esa lectura.





Links:

http://www.flickr.com/photos/joserosero/

http://www.flickr.com/photos/liniya/

2 x1 / Galería El Garaje

En los últimos dos meses decidieron desfilar por el espacio del garaje, que por cierto ahora tiene varios graffitis a la entrada (toda una rareza para una zona tan exclusiva de Bogotá) dos mujeres artistas, dos posibles divas, dos detallistas, dos personas distintas pero unidas por una generación.





Por un lado se tomó la pasarela Adriana Ramírez con sus esculturas/dibujos en alambre, mostrando para mí dos discursos: el primero tiene que ver con los alcances de la línea en términos tridimensionales y el segundo con un discurso que vira hacia la añoranza de la delicadeza femenina. Recién entré me llevé una grata sorpresa al ver que el montaje era mucho más sobrio de lo que me esperaba y descubrí objetos que me resultaron menos ‘cursis’ que en ocasiones anteriores. Inmaculadas cajas blancas de zapatos reemplazando los tradicionales pedestales le daban un toque muy especial a la muestra. Algunos ganchos solitarios me hablaban mucho más que ciertas zapatillas o tacones. Inclusive el aviso de mastercard a la entrada me hacía sentir que estaba viendo arte contemporáneo. Ambos discursos alcanzan a presentirse. Eso está bien. Aunque el del dibujo me parece que se convierte cada día más en una fórmula. Con respecto a lo femenino creo que hay una obra que aunque jamás la compraría, habla muy bien del tema y es aquella que hace alusión al día de la boda. Un trabajo minucioso y de impecable factura que sin embargo advierto puede llegar a rayar con lo decorativo, artesanal o inclusive ‘lobo’. Habría que tener cuidado con eso. En este caso Ramírez hizo una buena pasarela.



Opuesto en el montaje y la limpieza fue la muestra de Cristina Ochoa. Un Gabinete, como ella misma lo llama, de curiosidades. Cientos de pequeños objetos, collages, dibujos, ‘pendejaditas’ varias que llenaron las cuatro paredes del Garaje e incluso alguna esquina. Como en cualquier posible miscelánea artística creo que se encontraban piezas interesantes y algunas otras un tanto aburridas o simplemente menos llamativas. Es el riesgo que se corre cuando se intenta hablar de todo y de nada. Entre las piezas que más me llamaron la atención estaba una caja típica de anillo en donde yacía inerte como en una tumba, una moneda con un alto relieve que gritaba PIENSA! Una pieza concreta e impactante a pesar de su tamaño. Menos imponente pero igual de llamativo me pareció un dibujo/collage que mostraba un zapato rojo y una espiral en hilo amarillo. Tenía algo de poesía. En todo caso el mayor problema es pretender introducir tantos elementos dentro de un mismo tema. Valdría la pena depurar, escoger, planificar y marcar una ruta de desfile más clara que permita así mismo una lectura de la muestra más eficaz. Me entristece que aquellos collages bidimensionales de formato medio, un poco más clásicos dejaron de ser tan precisos y contundentes como lo eran antes.

17 marzo, 2009

Extra No. 12: Constancia

Quisiera hacer un paréntesis en mi columna crítica para darle un pequeño jalón de orejas a los creadores de una serie de proyectos que empezaron hace ya un tiempo en la red (como por ejemplo el directorio artístico, Xpuesto, Relacionarte o Calumnia de Avena, sólo por citar algunos), y que con el pasar del tiempo, no sé si por razones válidas o simple pereza, se han quedado eternamente estacionados en la autopista virtual. Dónde quedó entonces la determinación y la constancia?

Dulces sueños,

Lolita





14 marzo, 2009

Pablo Tamayo / Arte Consultores



Hace un par de semanas fui con ansias a la inauguración de Pablo Tamayo en la Galería Arte Consultores. Fui con una amiga a la que quiero mucho y que no tiene mucha idea de todo este tema. Yo le aseguraba que de seguro eran obras maravillosas ya que aprecio mucho algunos de los trabajos de este artista. Y aunque no es una muestra mala, es decir, sigue existiendo una grata reflexión sobre el espacio y la relación entre lo bidimensional y lo tridimensional, siento que se queda un tanto corta sobre todo en términos de montaje. Las obras que se pretendían un curioso ‘trompe l’oeil’, no sé si por lo reducido del espacio o una equívoca instalación, no generaban precisamente el efecto óptico que se pretendía. Sin embargo las piezas en MDF me parecieron supremamente interesantes en su compleja construcción. Creo que la solución sería poder ver todo esto en una mayor escala y con riesgos adicionales. Mi amiga lamentablemente tuvo esa expresión en la cara que traduce: esto es todo… hay más?

Con qué Objeto?



Aún no entiendo muy bien con qué objeto revivimos una y otra vez las ocurrencias de Marcel Duchamp y sus famosos ready-made… Supongo qué es un interés inagotable de quien se apasiona por el arte por desentrañar toda esa vida que se oculta detrás de cada obra de arte. Y bien, en la galería cuarto nivel próximamente termina una muestra que tenía como objeto, valga la redundancia, re-interpretar precisamente esa idea o discurso que valida un objeto cualquiera como artístico por el hecho de ser expuesto, exhibido, transformado, intervenido o apropiado por un artista. Aunque algunas propuestas son un tanto monótonas y repetitivas me llamaron bastante la atención las piezas de Hernando Barragán, unas lámparas únicas cuyo discurso me llena de frescura dentro de un tema tan desgastado, así como la pieza de Leonardo Castaño, de quien he seguido sus pasos y creo que ha logrado unir de forma coherente su producción, y ésta es precisamente la prueba.

05 marzo, 2009

Box Populi





Entre las muchas invitaciones que me llegan para que asista a muestras, eventos y exposiciones - supongo que con el ánimo de que brinde mi humilde opinión y de que exista esa manía popular de preguntarse qué dirá la crítica - apareció la de estos dos jóvenes que conforman el colectivo producciones invisibles. Se les agradece, aunque ya había asistido a ver su instalación y de seguro tengo comentarios al respecto. Pronto...

La voz del pueblo parece mimetisarse entre tubos y tubos de cartón que nos demuestran que la individualidad y el pensamiento único se ha perdido. Esta instalación es entonces un estridente grito por la independencia de opinión, por la libre expresión y el derecho de todos a la subjetiva opinión. Estos jóvenes logran con unas estructuras hechas a base de materiales 'póvera' construir un discurso crítico muy particular. Además cada día afinan con más cautela los ensamblajes y ese enredado mapa de caóticos conductos. En este caso para conducir al espectador a ese 'punctum' en dónde se oye un murmuro de Vox populi. En cuanto a los videos aunque se inscriben d emanera correcta en esta sencilla pero diciente instalación, siento que pueden mejorar muchísimo en términos de calidad audiovisual e interés en los movimientos escénicos.

Nota sobre una línea



Es cada día más claro el interés que tienen nuestros artistas, en especial los más jóvenes, por desentrañar, descubrir y curiosear las infinitas posibilidades que brinda el dibujo no sólo como técnica, sino como concepto mismo. Estamos ya no en una era de pintores modernos sino de dibujantes contemporáneos.
Se vuelve incluso algo repetitivo pero aún así valioso dentro del enorme abaníco de posibilidades. Desde los retazos de bitácoras pegados a la pared, pasando por los juegos visuales con la hoja de papel, las rayas y rayitas, hasta los videos que registran el acto mismo de tomar un lápiz y un papel. A veces obsesivo. A veces poético. Sólo el diablo sabrá juzgar sin miedo a equivocarse.

En el caso de la exposición curada por Ana Martía Lozano en L.A. Galería creo que se destacan en particular una serie de dibujos de Javier Gamboa en los que la transparencia del soporte le permite al espectador visualizar un doble recorrido de líneas formando personajes cotidianos que aún estando en rapidógrafo sobre papel, hacen intuir la presencia de un inexistente grafito. Una propuesta que logra ir precisamente un paso más allá dentro del extenso menú de puntos y líneas 'a la carta'. Caso contrario ocurre con ejercicios automáticos que retornan al dibujo por el dibujo y al ejercicio por el ejercicio. Autómaticidades que confunden oficio con paciencia y terapia con arte. No es el caso de una propuesta que incluye lluvia de oro y otros fenómenos preciados para despertar la imaginación y el glotón pecado de la codicia. Esto a pesar de que el dibujo como dibujo, por su característica intimista, pasa a un tercerísimo tercer plano.

Son exposiciones curiosas que no cambiarán al mundo, pero que en cambio sí llenan la planilla de los jueves en la noche e incluso con un poco de suerte logran cautivar a algunos detallistas.

03 marzo, 2009

Hasta Cuándo?



El mugre, los escombros y los trastos viejos son la grandísima porquería con la cual Edgar Cortés (en la V&K) y Danilo Dueñas (en la mansión de las hermanitas Casas), pretenden descrestar al espectador ingenuo y confundido. Al parecer la versión tercermundista y grotesca de lo que hizo hace ya 50 años Robert Rauschemberg, sirve también hoy día para estar en las galerías más ‘prestigiosas’ de la ciudad y figurar como artistas sensibleros en las principales páginas de nuestro ‘GRAN’ periódico.

Bajo la premisa de que saben componer con basura, estos magos del ‘time’ y la ‘estafa’ logran figurar en el plano del arte contemporáneo aún exponiéndonos a nosotras las mujeres bellas y decentes, a gérmenes y bacterias que de seguro se acumulan en esas asquerosas instalaciones desechables y pordioseras. Porque supongo que si cualquier indigente es tema de retrato, no importa qué desecho reciclado es herramienta de
trabajo.



Pero ni siquiera un interés social existe en estas obras ya que la única defensa o justificación es el gusto por componer. Y es que acaso qué artista promedio no sabe componer? Bueno… al menos Edgar Cortés no llega con las manos vacías y tuvo el fugaz esmero de recrear una fachada distinta junto con una división de color relativamente interesante en el primer piso de la galería.





Y es que a pesar de que aprecio y quiero a Danilo luego de años de conocerlo, me parece que está vendiendo un discurso obsoletamente anacrónico que no aporta nada más que una falsa polémica a un medio que le gusta hacerse el sordo, el mudo y el ciego. Valiente de su parte persistir. Cobarde de los otros no disentir.

Esto sin hablar de la irresponsabilidad de las galerías que pretenden ser modernas pero contemporáneas, vender pinturas pero decirse novedosas y firmar jóvenes pero retener clásicos cómo si esto fuera un enorme circo de ‘rarezas’ y ‘saltimbanquis’. Como un restaurante que vende cocina francesa, pero también fish and chips, sushi, un poco de tex-mex y comida rápida Light para los interesados. Patético… memorablemente lamentable…

Incluso llegué a darme una eterna ducha con flores, esencias y aromas que me quitaran ese apestoso y pútrido olor a mal arte.
Aún me pregunto: Hasta cuándo?