24 diciembre, 2009

Balance Crítico 2009



Primero que todo quiero desearles a todos los lectores de este blog de crítica de arte independiente, una muy feliz navidad y un 2010 lleno de éxitos. A los artistas las mejores energías para que se cumplan todos sus sueños y se multipliquen las creaciones creativas de alto nivel profesional. Segundo, contarles que en esta ocasión pasaré mis vacaciones de fin de año en Montreal, con bastante frío supongo, pero con la calidez de unos amigos y unos familiares que me llevan invitando hace años a pasar esta época con ellos. Y tercero, dejar aquí consignado un breve balance (con puntajes sobre 20) de lo más destacado de este año. Así que aquí vamos. Espero lo disfruten tanto como yo. Hasta enero: la siempre fiel a su profesión, Lolita Franco.

Lo mejor del año en cuanto a exposiciones:
- La exposición de Francys Alys en la casa Republicana (18 puntos)
- El pabellón Artecámara (17 puntos)
- La Vorágine (15 puntos)
- La exposición de Diseño Español en el Mambo (15 puntos)
- Lugares comunes (14 puntos)
- El premio Luis Caballero. Nelson Vergara (14 puntos)
- Una frágil conspiración de Marco Mojica. El Museo. (14 puntos)
- Oro de Pedro Ruiz (13 puntos)
- Más allá, Maria Isabel Rueda. Casa Riegner. (13 puntos)
- La Oreja roja en el parqueadero (12 puntos)

Un ranking de galerías:
(Por lo hecho en el año, por las ferias, por los artistas, por sus páginas de Internet, por sus esfuerzos y otros factores)
- Casas Riegner (17 puntos)
- Nueveochenta (15 puntos)
- Al cuadrado (14 puntos)
- Cristopher Paschall (14 puntos)
- L.A. Galería (13 puntos)

Al mismo nivel, en sus respectivos segmentos:
- El Museo (12 puntos)
- La Cometa (12 puntos)
- Alonso Garcés (12 puntos)
- Galería Mundo (12 puntos)
- Galería El garaje (12 puntos)
- Arte Consultores (12 puntos)

En el promedio:
- Casa Cuadrada (10 puntos)
- Quinta Galería (10 puntos)
- Cero Galería (10 puntos)
- Gea Galería (10 puntoa)
- Fhara Galería (10 puntos)

Debajo de la media:
- ¼ de arte (8 puntos)
- Casa Negret (8 puntos)
- La Localidad (8 puntos)

Las instituciones:
- Cámara de comercio (18 puntos)
- Banco de la República (18 puntos)
- Luis Angel Arango (15 puntos)
- Ministerio de Cultura (14 puntos)
- Fundación Gilberto Alzate Avendaño (13 puntos)
- Colombo Americano (13 puntos)
- La alianza Francesa (13 puntos)
- Museo Nacional (12 puntos)
- Foto museo (12 puntos)
- Museo Universidad Nacional (11 puntos)
- EL Nogal (11 puntos)
- El Mambo (9 puntos)
- El MAC (9 puntos)

Los artistas (sin puntuación).

Los más jóvenes (a tener en cuenta por lo hecho, por el compromiso, por la evolución, por sus hojas de vida, por su figuración, por sus obras):
- César del Valle
- Angélica Teuta
- Miguel Kuan
- Santiago Leal
- Rossina Bossio
- Alejandro Sánchez
- Daniel Santiago Salguero
- Adalberto Camperos
- Andrés Buitrago
- Edwin Monsalve
- Daniel Salamanca
- Catalina Jaramillo
- Maria Isabel Arango
- Mónica Naranjo
- Javier Vanegas
- Lía García
- Santiago Ayerbe
- Alex García
- Ana Belén Cantoni

Los jóvenes menos jóvenes (por su profesionalismo , pronta madurez y proyección internacional)
- Edward Moreno
- Máximo Flórez
- Nicolás Paris
- Rodrigo Echeverri
- Esteban Peña
- Juan Pablo Echeverry
- Miller Lagos
- Alejandro Mancera
- Mateo López
- Maria Isabel Rueda
- Nicolás Consuegra
- Saúl Sánchez
- Carlos Castro
- Jessica Ángel
- Lucas Ospina


Los intermedios y ya consagrados:
- José Antonio Suárez
- Oscar Muñoz
- Nelson Vergara
- Rosario López
- Miguel Angel Rojas
- Doris Salcedo
- Fernando Uhía
- Antonio Caro
- Pedro Ruiz
- Maria Elvira Escallón
- Iván Rickenmann
- Gabriel Silva
- Luis Roldán
- Alberto Baraya


Los viejitos:
- Santiago Cárdenas
- Beatriz González
- Alvaro Barrios
- Fernando Botero
- Pablo Solano

Los curadores:
- María Iovino: (14 puntos)
- José Rocca (13 puntos)
- Jaime Cerón (13 puntos)
- Eduardo Serrano (13 puntos)
- La Central (12 puntos)
- Mariangela Méndez (11 puntos)
- Franklin Aguirre (11 puntos)
- Guillermo Vanegas (11 puntos)
- Paula Silva (11 puntos)

Las publicaciones:
- Arcadia (15 puntos)
- Arteria (13 puntos)

La subasta:
- Conexión Colombia (14 puntos)

Lo peor:
- Formarte (7 puntos)

La tristeza del año: La muerte de Juan Gallo.

El gran vacío: Que no se realizara la exposición con obras de coleccionistas programada para La Otra y curada por Jaime Cerón.

El mainstream: Mr. America. La gran muestra de Andy Warhol.

El debate: Tania Bruguera.



No siendo más, esto es tan solo un hasta luego…

IV Salón de arte bidimensional



Este año llegó a su cuarta versión el salón bidimensional organizado por la fundación Gilberto Alzate Avendaño con un gran número de inscritos y una selección para gustos y disgustos.
A grandes rasgos debo decir que este sigue siendo un certamen importante y que me parece da cuenta de la producción artística contemporánea y sus alcances en términos de formatos en dos dimensiones. Gran esfuerzo el de la fundación que sin embargo desde hace un tiempo pide a gritos unas salas de exposición mucho más amplias y generosas en términos arquitectónicos y de diseño. Pero supongo que no es una tarea fácil dado el bajo presupuesto que se le concede a la cultura en nuestro país.
Sin embargo, y a pesar de las dificultades se organiza este evento, se reparten los premios y se monta una exposición.
Entre las obras que me llamaron la atención dentro de la muestra están los dibujos botánicos de Edwin Monsalve, muy al estilo de la clasificación de Alberto Baraya, pero con un toque de juventud y de expresión muy propia de este joven. También resalto el trabajo de Catalina Jaramillo que propone unos dibujos íntimos, muy sueltos y sin duda, similares a los de Juan Manuel Rámirez. Interesante la construcción de un billete de mil pesos a partir de fragmentos de más de cien billetes de esta denominación así como las pinturas de Pablo Guzmán y el video (que no entró en competencia) de Edward Moreno. Cabe resaltar también las astillas de Echeverri, los ladrillos en papel del colectivo Tangrama (que han rodado de exposición en exposición durante todo el año) y el mapa tipográfico de nicolás Consuegra, anteriormente presentado en la colectiva Vamos de la Galería Nueveochenta. Esto entre otras obras aceptables y otras muy mediocres.
En cuanto a los premios otorgados creo que son totalmente subjetivos. Lo de Jaime Franco es un premio a su trayectoria, bien merecido supongo, y lo de Diego piñeros, un galardón a la paciencia y a la originalidad técnica, que a mi parecer, resulta un tanto artesanal y primario.

23 diciembre, 2009

Estuvimos ahí



Ícaro Zorbar es como esos antihéroes de las tragedias, que a pesar de sus acciones, tienen la capacidad de conmover de forma sublime al espectador. Sus ideas son poéticas, su visión intensa y su capacidad narrativa tan útil como la de Aristóteles. Me refiero a lo hermoso que suenan las explicaciones de sus obras, a la curiosidad que genera una nota de prensa sobre su más reciente exposición y a los perfiles que suelen hacerle a este joven artista que está a la cabeza de los ingenieros mecánicos de lo inútil y obsoleto. Pero si alguien estuvo ahí, sin temor a equivocarme, sabe que termina siendo más lo que se dice que lo que se contempla en la sala. A diferencia de otras puestas en escena (Ej.: Serenata en secreto para corazón análogo ; Te extraño: los solistas, o Ventilador, que es probablemente una de sus mejores piezas) en esta ocasión no sentí esa fuerza o esa intensidad que suelen verse en sus experimentos. El ritmo se pierde, y no hay puntos de ruptura ni ejes dramáticos. La sala yace sin esa aura de la poesía.
Eso sí, las ideas están, pero no se concretan del todo. Tanto la zanahoria rodando, como los pingüinos que giran, son ideas con una potencial fuerza plástica impetuosa, pero que no se concretan. Incluso es preferible leer la descripción literaria de unas bailarinas que danzan al compás de una manivela mecánica… Me entienden. Pero la obra no nos dice nada de esto. Las melodías tampoco.

En ese orden de ideas yo me pregunto si Ícaro puede ser más lo que dice que lo que hace, y por ejemplo, solo por ponerlo en paralelo, Rodrigo Echeverri es más lo que hace que lo que dice. ¿Y cual sería más aceptable? Porque me cuesta trabajo digerir todo el discurso político de Rodrigo y por ocasiones las regulares instalaciones de Ícaro. Lo cierto es que Zorbar como artista y persona seduce, al igual que lo hace la obra de Rodrigo. La meta: los equilibrios. Porque no hay peor estrategia que dejarse llevar por las apariencias.

En pocas palabras "Estuvimos ahi" y no nos gustó. Esperábamos mucho más. Tuve que tragarme mis palabras ante un par de expertos internacionales que quisieron visitar la muestra conmigo ya que les adelanté maravillas. Lección: no hay que adelantarse a los hechos.

21 diciembre, 2009

Sumérjase en La Vorágine



“Y allá van por entre la selva, con la ilusión de la libertad, llenos de risas y proyectos, adulando al guía y prometiéndole su amistad, su recuerdo, su gratitud. Laurp Coutinho ha cortado una hoja de palma y la conduce en alto, como un pendón; Souza Machado no quiere abandonar su bolón de goma, que pesa más de dieciocho kilos, con cuyo producto piensa adquirir durante dos noches las caricias de una mujer, que sea blanca y rubia y que trascienda a brandy y a rosas; el italiano Peggy habla de salir a cualquier ciudad para emplearse de cocinero en algún hotel donde abunden las sobras y las propinas; Coutinho, el mayor, quiere casarse con una moza que tenga rentas; el indio Venancio anhela dedicarse a labrar curiaras; Pedro Fajardo aspira a comprar un techo para hospedar a su madre ciega; don Clemente Silva sueña en hallar una sepultura. ¡Es la procesión de los infelices, cuyo camino parte de la miseria y llega a la muerte!”

Este párrafo es para mí un bello resumen de la mentalidad humana. Un aparte de la reconocida novela de José Eustasio Rivera, que por estos días y hasta el mes de marzo, sirvió de pretexto, o mejor, de inspiración para que Carlos Páramo, curador, pusiera en escena un recorrido por las largas travesías de esta narración en la selva. Tres instalaciones bellísimas y una serie de dibujos componen una muestra original, distinta y que dialoga perfectamente con el texto, que por estos días pasa a ser de dominio público, luego de que pasaran los 80 años luego de la muerte del autor.
Me complace saber que una institución como la biblioteca nacional reabra su espacio expositivo con una propuesta que genera reflexiones y amalgama de forma consciente y poética las artes plásticas, la literatura y la investigación histórica. Es probablemente una de las muestras más satisfactorias de este año. Lo digo porque tanto los videos, aparatosamente instalados en palos de madera se compenentran con los murales de Liliana Sánchez y los juegos poéticos y manualitos de Mateo López. Todo dentro de una reflexión frente a la importancia de esta obra literaria y sus momentos tanto temporales como geográficos. Ojalá puedan ir a verla. Y viajen. Y piensen.

16 diciembre, 2009

Extra 14: Un país sin memoria (el caso del premio Botero)



Ser crítica de arte implica no sólo estar pendiente de la producción artística sino de las andanzas del medio y sus protagonistas. Y en este momento es clave que haga un pequeño pronunciamiento porque no todo es lo que parece. Me refiero específicamente al reciente titular: "Botero boicotea premios" y a las reacciones que esto suscitó.
Y bien, bajo esta acusación se teje en realidad una nefasta mentira de parte de María Elvira Pardo, quien solita, se encargó de que su magno evento se fuera a pique. Para los que les interesa la realidad detrás de los hechos lo cierto es otra cosa.
Sí es cierto, y no cabe duda, por las tajantes afirmaciones del maestro Fernando Botero, que este tiene una pugna y un envenenamiento claro hacia el arte contemporáneo y su medio. Pero esto no es novedad alguna y no tiene nada que ver con la culminación del premio que lleva su nombre. Ya desde hace años atrás sus declaraciones habían sido siempre las mismas y nadie pareció darle importancia. Porqué? Porque Fernando nunca donó dinero para este concurso sino que tan sólo prestó su nombre. Una jugada maestra de Maria Elvira para hacer notorio su premio y que ahora sin pena alguna devuelve con una certera puñalada que la deja como la mártir del asunto.
Y bien, si los periodistas y demás personas se fijaran y estuvieran realmente pendientes de lo que pasa por Bogotá, se habrían dado cuenta que el premio Botero ya había dejado de existir. Este año que pronto acaba, el 2009, no tuvo Premio Botero y todos lo están pasando por alto.
Y Saben porqué no hubo premio Botero? Porque según me cuentan y me escriben muchos jóvenes artistas, en búsqueda de alguien que los escuche, la directora de la fundación de jóvenes artistas, lamentablemente es una mujer con los peores modales de este mundo. Una señora atrevida, grosera, irrespetuosa y cuya única intención era hacerse pasar por altruista y generosa gestora cultural. Pero insisto, la realidad es otra. ¿Porqué lo sé? Porque constantemente rodaban los comentarios del maltrato que le brindaba a los artistas jóvenes por razones minúsculas. Los montajistas y asociados a la fundación repetían su malestar frente a la actitud de esta señora. Incluso coleccionistas e inversionistas terminaron en pugnas directas con ella por los malos manejos con los premios, patrocinios, ventas y estímulos. Errores graves que ahora la señora Pardo intenta tapar echándole el agua sucia a Botero, que no es más que un viejito choco y cascarrabias* cuya única falla fue haber confiado en la palabra de esta señora y dar su nombre para algo que no le satisfacía del todo.
Es la perfecta metáfora de la pobre mártir viejecita, que tras de cotuda con paperas. Una jugada maestra que solo funciona en un país como el nuestro: sin memoria.

Basta investigar un poco para dar con la verdadera cara del diablo.



*Lo digo como adjetivo narrativo para hacer entender mi punto. Botero se merece el respeto de haber logrado una cantidad de cosas y sigue siendo, nos guste o no, una voz con muchísimo peso en nuestro país.

15 diciembre, 2009

Blue Exit



La joven artista Natalia Castañeda propone de nuevo una mirada del paisaje como lugar de contemplación. Se destaca sobre todo la frescura con que asume la expresión de esa naturaleza genérica y de esos espacios reconocibles pero lejanos. Un trazo hábil y descomplicado, lejos del dibujo contemporáneo, describe montañas, ríos y caminos. Mucho blanco y bloques de color fluorescente son el lenguaje estético que resume estos trabajos. Personalmente no me convencen del todo. A pesar de que hay piezas como la del segundo piso (un paisaje vertical fragmentado en múltiples cuadros,) que son bellísimas, siento que la obra se ha convertido en una repetición de un mismo ejercicio estilístico.
Y cuando se arriesga nos encontramos con unas piedras que bien podrían ser parte de la escenografía artificial de un set de televisión o de una obra de teatro juvenil. No pasa lo mismo con el sendero de piedras blancas que resulta mucho más interesante, pero que talvez lo encerrado del espacio, le resta la libertad y extensión infinita que la propuesta supone. Sería una instalación para un espacio inmenso en el que probablemente uno no alcanza a percibir muy bien el final.
La muestra anterior me parecía mucho más poética y detallista. Pero todos son momentos. Juzgar en el tiempo es un error. En todo caso, es algo que no despeluca. Y yo suelo ir a ver obras para eso. Para despelucarme y pensar de forma alterna el mundo que nos rodea.

Interiores. Por Iván Rickenmann



De antemano debo decir, y no es porque lo conozca y sea una gran persona, que siempre me han fascinado, por diversas razones, las pinturas de Iván Rickenmann. En esta ocasión mostraba algunos de sus últimos trabajos en la Galería Mundo. Como siempre, poniendo en evidencia los detalles de cosas tan simples y corrientes como una toma de luz, unos cables o una de esas cajitas metálicas para almacenar grageas medicinales. Pinturas inmensas que inevitablemente te atrapan y te hacen recorrerlas con ese ojo pesquiso del espectador hambriento. Siempre impresionan los detalles pictóricos y los efectos para generar el desgaste de lo ahumado en las ranuras de los mecanismos eléctricos. Rescato además el riesgo que ha tomado Rickenmann al variar el formato del soporte para convertir sus pinturas en objetos tridimensionales. Es una muestra sencilla, que dice lo que tiene que decir y lo dice de forma pausada y neutra. Como te lo diría cualquier enchufe si te hablara de pronto. Quisiera sin embargo empezar a ver como esto se puede llegar a tranformar y evolucionar en una propuesta curatorial y museográfica mucho más arriesgada y contundente, que ponga a dialogar todos esos objetos en ese plano íntimo que propone el artista. Esto, claramente sin dejar la exquisitez de su pintura. Creo que es alejarse un poco de esa linealidad del cubo y de la galería que a veces aletarga inevitablemente la mirada.

Pecha Kucha Vol.5



Volvió a Bogotá, luego de un buen par de años, la tradicional noche Pecha-Kucha. Ese formato japonés que pone a prueba la capacidad de síntesis y de claridad de un creador sobre su propia obra o proyectos. Y si siempre me sentí un poco añejada ante tanta juventud, esta vez, salvo por Alejandra Borrero, probablemente yo era de las más entradas en edad. Y eso que aún no tengo demasiadas arrugas.
Lo cierto es que la noche fue supremamente amable y provechosa y me hizo saber que en Colombia están pasando una cantidad de cosas. Las industrias creativas están en pleno auge y florecimiento mientras los jóvenes se dedican a encontrar nuevas y refrescantes propuestas para expresarse, ganar dinero y generar bienes culturales.
Lo mejor de la noche estuvo a cargo de Manuel Villa, un arquitecto que mostró proyectos arquitectónicos supremamente novedosos y que rompen con las tradicionales convenciones de construcción. Proyectos específicos diseñados para renovar espacios tanto urbanos como interiores fueron expuestos en una presentación a toda velocidad pero con la suficiente carga de humor.
También llamó la atención la presentación de las dos chicas de la peluquería que armaron un guión a dos, junto con unas ilustraciones que narraban la historia. Divertido y descomplicado.
Los chicos de la revista el Niuton también estuvieron muy ordenados y aprovecharon bastante bien el timing de las diapositivas.
La reconocida diseñadora gráfica Arutza Onzaga le contó al público de manera muy estructurada cuáles eran sus tipografías favoritas y los usos que ella les da. Aunque poco espontánea, tuvo la claridad necesaria para explicar una de las partes más importantes de su oficio.
Distinto: Sorpresa caliente y La revista invisible.
Fresco y tranquilo: Nicolás Cuestas.
Lo más flojo: la poca preparación y repetitivo de la pobre charla del Fotógrafo Carlos Hernández Llama. Hay que prepararse mucho mejor.

A todos igual un claro reconocimiento por tener las agallas de pararse frente a tanto público y no salir corriendo de la angustia. Ojalá no vuelva a entrar en otro largo stand by.

09 diciembre, 2009

Multiculturalidad / Proyecto Sala alterna



Me alegra saber que artistas jóvenes participan en las convocatorias del distrito para hacer exposiciones, proponer proyectos y generar cultura. Es el caso por ejemplo de Alejandro Sánchez y Alexi Serguei Sosa, quienes presentaron un proyecto de investigación sobre la pintura como reflejo de diversas culturas, en la sala alterna a la galería Santafé (planetario). Esta muestra consistía en generar un espacio de reflexión en torno a la producción empírica de personas en la localidad de Fontibón. Ver qué hacen. Cómo lo hacen. Porqué lo hacen. Qué tan bueno es lo que hacen. Un experimento interesante que arroja un resultado bastante claro. Notamos, luego de recorrer la muestra, como el artista empírico o no-profesional, ajeno al circuito, basa su forma de expresión en una visión moderna del arte (principio de siglo en Europa), estereotipada y llena de modelos pre-existentes e ideas pre-concebidas sobre la expresión plástica. Al final, todos muy cercanos los unos a los otros. Como quien dice, hay una evidente limitante de referentes que hace que algo que debería ser “multi” sea “uni” cultural. No es un error de la muestra. Al contrario, es un acierto que abre ese espacio de discusión sobre el porqué de dicha situación. Eso es lo interesante del proyecto, que nos recuerda esa diferencia y ese precipicio tan grande que existe entre el pensamiento especializado y el pensamiento común. ¿Porqué el común de la gente está tan alejada de su contemporaneidad? ¿Porqué se desconocen imágenes y conceptos más actuales? Etcétera, etcétera.

De lo que si estoy segura es que cada uno de los participantes disfrutó enormemente su pequeño mes de fama, además de que tuvieron acceso a una sala a la cual probablemente jamás hubieran accedido. Creo que sin embargo la labor de los proponentes del proyecto sería hacer talleres para sacar conclusiones, instruir sobre la producción contemporánea y acercar de forma consciente a los participantes a nuevas formas de expresarse y de ver. Generar curiosidad y abrir mentes. ¿Qué más hay? ¿Qué más puedo hacer a través de la pintura? En ese momento tendremos esa multiculturalidad, reflejada de forma racional en la pintura.