III Salón de Arte Bidimensional
Después de conocido el esperado fallo del jurado (que tuvo lugar en un aburrido e inexpresivo acto de premiación en el auditorio de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño. Lo digo primero, por la tediosa desazón que le puso Ana María Alzate a la Lectura, óigase bien, lectura, de un desgastadísimo discurso acerca del arte contemporáneo, y segundo, por la inevitable omnipresencia de Eduardo Serrano en toda junta o grupo de premiación al que se convoque en nuestro diminuto circuito artístico), el irónico comentario de un galerista amigo fue: “Increíble. El premio del tercer salón de arte bidimensional lo ganó la única obra tridimensional”. Yo sonreí.
Supongo que algo de cierto tiene esta sencilla frase. Sin embargo, de haber sido yo jurado y haber tenido en mis manos la posibilidad de otorgarle a alguien la no módica suma de 25 millones de pesos, también habría sido a Miller Lagos por su obra de la serie “cimientos”. Gráfica. Grabado. Imagen reproductible. Papel. Arbol. Soporte bidimensional. Rembrandt. Grandes Maestros, etc.
Ahí, en ese orgánico trozo de bloc perfectamente troquelado están condensados de forma más que inteligente toda esta serie de palabras y reflexiones entorno al arte de hacer imágenes bidimensionales. De hecho son miles de hojas impresas (en dos dimensiones) las que conforman la obra. Por eso ganó. Porque está al filo de los límites y da justo en el medio de la llaga por la cual nació este certamen. Enhorabuena.
Enhoramala lo de Pablo Adarme, ganador del segundo premio, otra jugosa suma de dinero. Más parecía eso una exposición individual o una recolecta de registros fotográficos que una obra de arte. Me pregunto si habrán sido las fuerzas oscuras que se aposentan en el último piso del enorme edificio de Diseño apodado Portobello o una simple lotería desafortunada. Por si fuera poco, Adarme ni siquiera estuvo para recibir el premio (Tampoco Jaime Cerón para dárselo). Supongo que estaba ingeniando otras pinturas o algo más. Tal vez nuevas recetas de alta repostería gráfica.
Mucho más merecía ese premio el amor impresionista de Federico Daza (impresionante técnica fotográfica al servicio de un concepto), el In front de saúl Sánchez o la naturaleza de las cosas de César del Valle.
Al paso que vamos nuestros artistas terminarán imprimiendo ensayos, pegándolos en las paredes y creyéndose genios. Bueno, de seguro pondrán uno que otro gráfico en power point, algún extracto de periódico o cualquier fuente primaria para llenar las salas. ¿No es verdad? Sólo vean mi post sobre la más reciente muestra individual de Santiago Monje…
Para mí, un único ganador,
Miller Lagos
5 premios más.
Iván Rickenmann
Federico Daza
César del Valle
Felipe Montes
Saúl Sánchez
y 5 menciones de Lolita.
Jeisson Castro
Ana Belén Cantoni
Vicenta Gómez
Sebastián Camacho
Gabriel Silva
Para destacar, el alto nivel de la muestra. Para reflexionar, la poca propaganda hacia un evento que como decía, tuvo un muy alto nivel. Que triste esa desinformación e invisibilidad de espacios que aunque conocidos en el medio son desconocidos para el resto de la gente. Para tener en cuenta a futuro, los fantasmagóricos crujidos de una casona que no es la mejor sala de exposición y por tanto, valdría la pena hasta restaurar.
Allí estará la semana próxima, el 10 salón de arte universitario.
Supongo que algo de cierto tiene esta sencilla frase. Sin embargo, de haber sido yo jurado y haber tenido en mis manos la posibilidad de otorgarle a alguien la no módica suma de 25 millones de pesos, también habría sido a Miller Lagos por su obra de la serie “cimientos”. Gráfica. Grabado. Imagen reproductible. Papel. Arbol. Soporte bidimensional. Rembrandt. Grandes Maestros, etc.
Ahí, en ese orgánico trozo de bloc perfectamente troquelado están condensados de forma más que inteligente toda esta serie de palabras y reflexiones entorno al arte de hacer imágenes bidimensionales. De hecho son miles de hojas impresas (en dos dimensiones) las que conforman la obra. Por eso ganó. Porque está al filo de los límites y da justo en el medio de la llaga por la cual nació este certamen. Enhorabuena.
Enhoramala lo de Pablo Adarme, ganador del segundo premio, otra jugosa suma de dinero. Más parecía eso una exposición individual o una recolecta de registros fotográficos que una obra de arte. Me pregunto si habrán sido las fuerzas oscuras que se aposentan en el último piso del enorme edificio de Diseño apodado Portobello o una simple lotería desafortunada. Por si fuera poco, Adarme ni siquiera estuvo para recibir el premio (Tampoco Jaime Cerón para dárselo). Supongo que estaba ingeniando otras pinturas o algo más. Tal vez nuevas recetas de alta repostería gráfica.
Mucho más merecía ese premio el amor impresionista de Federico Daza (impresionante técnica fotográfica al servicio de un concepto), el In front de saúl Sánchez o la naturaleza de las cosas de César del Valle.
Al paso que vamos nuestros artistas terminarán imprimiendo ensayos, pegándolos en las paredes y creyéndose genios. Bueno, de seguro pondrán uno que otro gráfico en power point, algún extracto de periódico o cualquier fuente primaria para llenar las salas. ¿No es verdad? Sólo vean mi post sobre la más reciente muestra individual de Santiago Monje…
Para mí, un único ganador,
Miller Lagos
5 premios más.
Iván Rickenmann
Federico Daza
César del Valle
Felipe Montes
Saúl Sánchez
y 5 menciones de Lolita.
Jeisson Castro
Ana Belén Cantoni
Vicenta Gómez
Sebastián Camacho
Gabriel Silva
Para destacar, el alto nivel de la muestra. Para reflexionar, la poca propaganda hacia un evento que como decía, tuvo un muy alto nivel. Que triste esa desinformación e invisibilidad de espacios que aunque conocidos en el medio son desconocidos para el resto de la gente. Para tener en cuenta a futuro, los fantasmagóricos crujidos de una casona que no es la mejor sala de exposición y por tanto, valdría la pena hasta restaurar.
Allí estará la semana próxima, el 10 salón de arte universitario.