5 muestras de pintura
Al parecer y como para no quedarse atrás, la pintura toma otro gran impulso y nos da poderosos alientos de vida. Increíblemente, a manera de crimen no-organizado, sin directores de por medio o grandes maquinarias, los colores, las formas, los pinceles y los lienzos se abren su propio espacio entre junglas de nuevas tecnologías, instalaciones, video-arte y numerosas acciones. Y en eso creo, los colombianos tenemos una tradición inigualable. Eso, y que el mercado del arte local ve en ello su principal sustento. De ahí que sean las galerías las que se echen al hombro a los maestros de este oficio. Para la muestra cinco botones.
Una frágil conspiración en la Galería El Museo.
Marco Mojica es tal vez, por delante de Juan y Santiago Cárdenas, el mejor pintor de la escena nacional. Sus narraciones y apropiaciones cargadas de ironía aún me dejan atónita, me devuelven el alma al cuerpo y logran generarme una sonrisa pícara. Incluso quiero siempre quedarme más tiempo en sus inauguraciones. Cada día la pincelada es más limpia y su manejo de los efectos resulta sobrio y apropiado. Además de ser un joven despreocupado, sincero y con una autodisciplina evidente. Felicitaciones.
Oro
Pedro Ruiz presenta una obra preciosista minuciosamente pintada con laminilla de oro y exhibida por medio de un montaje espectacular y poco convencional a la hora de ver pintura contemporánea. Lo hace tomando prestada la museografía del museo del oro pero dándole un toque personal evidenciado por unas lupas que permiten detallar cada obra a la minucia. Contemplarlas fue un deleite personal. En cuanto al lugar, el Seminario mayor me pareció el sitio ideal para rescatar toda la puesta en escena y la metáfora de tesoro que trae consigo la propuesta. En Arte Consultores, aunque más modesto también lucía muy interesante. En pocas palabras, me encanta que alguien logre retomar la exuberancia, el exotismo y los rasgos culturales y naturales de nuestro país, sin convertirlo en una obra costumbrista, manierista y más ligada a la artesanía que al arte (Sin que nada tenga yo contra la artesanía). Y Ruiz, ahora con La cometa y no con Casas Riegner parece ser el único que lo logra.
Entre líneas. De una colección, tres colecciones
Elsa Zambrano presenta una obra contemplativa, con una mirada más que objetiva sobre la colección. Imágenes neutras y cálidas que dejan entrever otra serie de íconos claros de la cultura occidental enfrentados con uno que otro de la cultural oriental que llega a occidente. El montaje es sencillo. Aunque destaco la habilitación del callejón de detrás de la escalera. Es una exposición plana pero bonita. Como la animación, puntual, que no cambiará al mundo pero que muchos disfrutarán.
Cuatro proyectos
Todo tiempo pasado fue mejor
Más jóvenes e igual de talentosos están Carlos Mario Giraldo con una reflexión sobre los personajes de épocas anteriores y una pintura fresca que simula a la perfección los detalles de la fotografía antigua. Un trabajo meticuloso, largo, con mucho oficio, que destaca la pintura y nos hace pensar si de veras el tiempo pasado fue mejor. Yo particularmente creo que no. Pero la propuesta puso en mi la duda. Y Alejandro Sánchez, joven exalumno y digno representante de la Asab, recurre a la misma idea de resignificar imágenes de Mojica pero con un toque distinto. Lleno de fuerza, con impacto, menos minimalista pero con una carga simbólica igual de fuerte. Otro maestro que domina los degradados al óleo y un modelado que me hace pensar en el 3D (imeagenes similares a las de Juan Francisco Casas - Galería Pradilla). Resulta además el ejemplo perfecto de los referentes que tienen a su disposición los jóvenes hoy en día. Imágenes, imágenes, imágenes y mas imágenes. Internet, televisión, cine, revistas, periódicos e impresos se conjugan en esta obra joven que desafía los límites de una pintura por la pintura o una pintura por una reflexión. El tiempo dirá quien gana la batalla.
Una frágil conspiración en la Galería El Museo.
Marco Mojica es tal vez, por delante de Juan y Santiago Cárdenas, el mejor pintor de la escena nacional. Sus narraciones y apropiaciones cargadas de ironía aún me dejan atónita, me devuelven el alma al cuerpo y logran generarme una sonrisa pícara. Incluso quiero siempre quedarme más tiempo en sus inauguraciones. Cada día la pincelada es más limpia y su manejo de los efectos resulta sobrio y apropiado. Además de ser un joven despreocupado, sincero y con una autodisciplina evidente. Felicitaciones.
Oro
Pedro Ruiz presenta una obra preciosista minuciosamente pintada con laminilla de oro y exhibida por medio de un montaje espectacular y poco convencional a la hora de ver pintura contemporánea. Lo hace tomando prestada la museografía del museo del oro pero dándole un toque personal evidenciado por unas lupas que permiten detallar cada obra a la minucia. Contemplarlas fue un deleite personal. En cuanto al lugar, el Seminario mayor me pareció el sitio ideal para rescatar toda la puesta en escena y la metáfora de tesoro que trae consigo la propuesta. En Arte Consultores, aunque más modesto también lucía muy interesante. En pocas palabras, me encanta que alguien logre retomar la exuberancia, el exotismo y los rasgos culturales y naturales de nuestro país, sin convertirlo en una obra costumbrista, manierista y más ligada a la artesanía que al arte (Sin que nada tenga yo contra la artesanía). Y Ruiz, ahora con La cometa y no con Casas Riegner parece ser el único que lo logra.
Entre líneas. De una colección, tres colecciones
Elsa Zambrano presenta una obra contemplativa, con una mirada más que objetiva sobre la colección. Imágenes neutras y cálidas que dejan entrever otra serie de íconos claros de la cultura occidental enfrentados con uno que otro de la cultural oriental que llega a occidente. El montaje es sencillo. Aunque destaco la habilitación del callejón de detrás de la escalera. Es una exposición plana pero bonita. Como la animación, puntual, que no cambiará al mundo pero que muchos disfrutarán.
Cuatro proyectos
Todo tiempo pasado fue mejor
Más jóvenes e igual de talentosos están Carlos Mario Giraldo con una reflexión sobre los personajes de épocas anteriores y una pintura fresca que simula a la perfección los detalles de la fotografía antigua. Un trabajo meticuloso, largo, con mucho oficio, que destaca la pintura y nos hace pensar si de veras el tiempo pasado fue mejor. Yo particularmente creo que no. Pero la propuesta puso en mi la duda. Y Alejandro Sánchez, joven exalumno y digno representante de la Asab, recurre a la misma idea de resignificar imágenes de Mojica pero con un toque distinto. Lleno de fuerza, con impacto, menos minimalista pero con una carga simbólica igual de fuerte. Otro maestro que domina los degradados al óleo y un modelado que me hace pensar en el 3D (imeagenes similares a las de Juan Francisco Casas - Galería Pradilla). Resulta además el ejemplo perfecto de los referentes que tienen a su disposición los jóvenes hoy en día. Imágenes, imágenes, imágenes y mas imágenes. Internet, televisión, cine, revistas, periódicos e impresos se conjugan en esta obra joven que desafía los límites de una pintura por la pintura o una pintura por una reflexión. El tiempo dirá quien gana la batalla.