Horror Vacui?
Para mí los títulos de las exposiciones son tan importantes como las obras que se cuelgan en ella. Es ahí, en esas pequeñas palabras tarareadas que se resume, de manera sutil pero diciente, lo que el espectador está próximo a ver, a sentir y a percibir. En el caso de Horror Vacui creo que Silvia Suárez, su curadora u organizadora, pecó de inocente y confundió de manera evidente lo que su título pretendía decir. Cito de Wikipedia: “La expresión latina horror vacui (literalmente ‘miedo al vacío’) se emplea en la historia del arte, especialmente en crítica de la pintura, para describir el relleno de todo espacio vacío en una obra de arte con algún tipo de diseño o imagen”.
Hablamos entonces de recargar el espacio sin razón, por un miedo al blanco, al vacío y a la limpieza de un plano o soporte. Entrarían en esta clasificación el arte rococó, kitsh, art decó, barroco y otras expresiones en las que se recarga con elementos cualquier imagen u obra. Y si algo tienen de particular los tres excelentes dibujantes que presenta L.A. Galería para esta exposición, es precisamente la valentía de dejar mucho blanco, la valentía de que sus dibujos respiren, la valentía de asumir la sencillez del dibujo y la valentía de apelar al detalle minucioso y no al decoro excesivo sin razón. Incluso en los humos de Andrés Felipe Guerrero que aunque llenan caprichosamente el espacio con grafito, invitan a la liberación y al entendimiento de otra dimensión. La del trazo, la de la línea, la de la mancha, la del punto, la de las sombras y la de las luces. Pero miedo al vacío sí que no le tienen este trío de jóvenes que presentan una bellísima exposición ambientada con una luz lúgubre, no habitual, y tres formas de dibujar distintas, pero que se complementan para hablar de un oficio que está muy de moda en nuestro país. Los temas: la feminidad vista en objetos, los equilibrios y pesos del cuerpo y las ondas expansivas. Los dibujos en la pared son algo ya visto que sin embargo puede ser aprovechado a futuro de una mejor forma y así marcar la diferencia. La invitación no me invitaba a ir.