21 julio, 2008

La fiesta del año. Vol.2







Carlos Castro y sus ‘Claudios de Colombia’ siguen en el estrellato. Ahora a sus conciertos ya no sólo asisten las mismas caras conocidas del mundo del arte sino que convocan a hordas y hordas de jóvenes desenfrenados que aprovechan la recocha para alocarse hasta el cansancio. A calzón goteado, esta sui-generis banda sigue despertando una inexplicable euforia y risas de placer por doquier.

Muchos de los asistentes ni siquiera saben quien es Carlos Castro pero ahí están. Porque han oído que existe una banda que se empelota y que puede ser el entretenimiento perfecto para una despedida, una bienvenida o simplemente algún cumpleaños. Así de lejos llegó este performance. Así de increíble es este homenaje al burro mocho. Se convirtió en realidad y se da el lujo de poner patas arriba una galería. Incluso las obras y los 30 expositores pasan a un quinto plano. Hubieran podido no estar. Es hermosamente irónico como ‘se cagan’ (me perdonan la palabra) en la usual pedantería del arte. Rompen con todos los parámetros, las reglas y las normas. Y lo mejor: nadie se da cuenta.

Así se despidieron. En una noche que tuvo hasta año viejo. Buena suerte para Carlos. Ojalá que goce y nos siga haciendo gozar.

Regurgitando diseño: Paraguernicas, Ciclovías, Varios.

Parece que junto con su larga cabellera también se le fueron las ideas al flamante ganador del Premio Luis Caballero del año pasado. Tal vez también se le esfumaron los 11 millones y no hubo otra solución que retomar los eternos tecnoesmaltes. Unas pinturas que me parecen maravillosas, pero que sin embargo, no muestran ninguna evolución artística. Supongo que el maestro Uhía, prefirió, en este caso, ser más comercial que conceptual.

Obviamente, vendiendo, de dientes para afuera, la idea de que bajo esas espesas capas de esmaltes y de óleos seguía intacta su posición crítica y mordaz. Pero seamos sinceros. A nadie le convence la idea de que detrás de esos brillantes y controlados drippings o de los ‘simpsons a pedazos’, se escondan tantos desgastados discursos. Hablo de aludir a barrios marginados o de estratos bajo. Hablo de que su paleta nazca de la gama cromática predominante en las ciclovías. Hablo del hacer automático de la pintura. Hablo de su posición frente a los delitos de los paramilitares. Hablo de su malestar frente a las ‘muy de moda’ pinturas planas y en colores vivos, que aluden al desgastado término Pop Art. Hablo de esas frases que pasan del cajón al diario nacional, como para validar una producción, que como yo la veo, no es más que una pausa, una transición y un vacío, para re-pensar su pintura. Porque en ese caso eran mucho más eficaces sus reproducciones de cuadros con collages y textos, que estas regurgitaciones críticas.

La pregunta para Fernando será: ¿Cómo lograr esa misma sensación cacofónica y perturbante de las grabadoras pero involucrando un largo y sufrido proceso pictórico?
La respuesta de seguro se la dará el tiempo. Tal vez no era el pelo. Tal vez tampoco eran sus pantalones naranja. Tal vez sólo sea una cuestión de reflexionar, como cuando tan sólo era un artista adolescente.




Imagen de archivo.

Historias íntimas

Creo que el título ‘Historias íntimas’ estuvo bastante acertado a la hora de reunir a un grupo de artistas en la galería mundo. Al menos mucho más original que ‘arte joven’. Lo digo ya que claramente los artistas elegidos, no en su totalidad, rondan problemáticas autobiográficas, personales e íntimas. De hecho es un tema que bien vale rescatar frente a otros discurso menos sinceros.

Mi opinión está dividida.



Maravillosa la propuesta de Leidy Chávez y Fernando Parejo. Unas espeluznantes y a la vez seductoras esculturas entre lo animal y lo humano. Estas además involucran de forma magistral una serie de objetos ordinarios, como una lonchera, un platón de lavar e incluso un viejo tocadiscos que hace las veces de praxinoscopio. De lo mejor que he visto este año. Ojalá sigan así. Tienen un futuro proigioso.



Me gustaron mucho las ampliaciones de Adriana Duque. Desde su premio de Hewlet Packard ha demostrado talento y destreza. No sólo en grandísimo formato sino en la versión delicada de la bola, muy bien ubicada en un cojín miniatura de terciopelo.
También pasan la prueba Sandra Pérez liberman y Mauricio Ruiz. Ella con pintura y el con unos geométricos collages hechos a partir de sobrantes de fotografía.





De resto estuvo sólo bien. Me siguen desilusionando las pinturas de Celín. Qué tristeza. Creo que el premio Botero sobre-impulsó su carrera y sepultó lo más importante en la producción de un artista, su proceso. Lástima.

Esa fue otra fría noche de jueves en la noche.

10 julio, 2008

Nota 14: Cumple años feliz

El pasado lunes 7 de Julio cumplí 38 años. El tiempo pasa muy rápido. Y a mí, increíblemente me da más duro el antes que el después. Me explico. Si me preguntan, los 30 pasaron desapercibidos, pero los 29 o 28, esos sí que fueron cosa seria. Igual con los 39. A veces siento que junto a la belleza se esfuma un poco de picardía, osadez y acidez. No para opinar. Sí para vivir. Reflexiones varias.

Noticias: el proyecto está creciendo y creo que dentro de poco tendremos esta crítica directa, sintética y constante, tanto impresa como virtual. Ningún evento artístco pasará por alto. Así que quienes creen que nadie los ve, comienzen a hacer las cosas bien, y quienes creen ser intocables, teman.


Con la sangre hirviendo,


Lolita Franco

Arty party I y II

Para los que pensaban que no había nada mejor que contonearse en un coctel de arte, ahora varios lucrativos patrocinadores nos proponen estos eventos en los que el arte pasa a un segundo plano y lo importante es la vida social, el alchool gratis y la chismoseadera a diestra y a siniestra. Perfecto para 'rankiar' la popularidad y medir los límites del ego. Yo por mi parte la he pasado muy bien. Siento que se le da cierta ligereza a las muestras y que se distensiona y se confunde un poco a la crítica. Cosa que aquí no existe. Triste. Supongo que para eso estoy por acá.









Todas las imágenes pertenecen al archivo de vive.in (Se los recomiendo)

Esto no es una galería



Si tuviera que encontrar una crítica realmente constructiva para este innovador proyecto, hablo sobretodo del hecho de reunir artistas a través de la internet para hacer una muestra pública en vivo y en directo en Bogotá (porque en otras partes del mundo abundan y hay sobre oferta de proyectos alternos de este tipo) tendría que decir que hay un visible error en su título.
En realidad más que no ser una Galería, porque claramente no lo es, esta muestra no es una feria de arte comercial. En el fondo lo es. Pero en términos de la ironía que Max-Steven quería generar, es mucha más clara mi propuesta.

Sin embargo, aparte de esos inevitables e igual invisibles lunares, debo decir que es una interesante forma de ver y adquirir obras de mucha gente que jamás tendríamos posibilidad de conocer. El espacio estuvo bastante bien adecuado y el cubrimiento de la prensa y los medios de comunciación validan la estrategia. Enhorabuena.

Nicolas Robbio







Otro más que se ha apegado al creciente interés por desentrañar las posiblidades conceptuales y formales del dibujo.





Desde Brazil, este joven, invitado a Bogotá por la Galería Nueveochenta, propone una relajada puesta en escena luego de la sensible exploración de nuestra ciudad. El pretexto? Dibujar. Videos, proyecciones, maquetas, y mucho dibujo. Bastante interesante. Estoy seguro que Carlos Hurtado debía estar feliz, ya que de lejos se nota que le hace falta su Mateo López. Creo que Peña, por más que es una buena contratación para este año no cumple del todo con los requisitos. Le falta el carisma, le falta ese yo no se qué que solo tienen algunos. Robbio de seguro lo tiene. Muy seductora su persiana en plotter de corte y en luz y sombra generada por el proyector de opacos. Bueno el video de la gente como puntos. Genial la idea del bombillo para producir sombras-dibujo. Y lo mejor: un boceto en acuarela en dónde vemos el borde de una cama, con sus almohadas, una mesita de noche y una incómoda pero desafiante mancha roja. Sangre? Menstruación? Sexo? Impecable escena íntima. Detrás de todo el concepto está un romántico diario de vida que incluso me recuerda el doble sentido de muchas de las canciones del rockero argentino que tanto le gusta a mis sobrinos de veinticinco años, líder de la ex-banda Soda estereo, Gustavo Cerati.

'Inalcansable... casi intocable/tus ropas caen lentamente/ soy un espía, un espectador y el ventilador, desgarraándote/sé que te excita pensar, hasta donde llegaré// difícil de creer/ creo que nunca lo podré saber/ solo así yo te veré a través de mi persiana americana... el instante previo'




El pasado Jueves 3 de Julio inauguraron una muestra colectiva con artistas invitados.
Me encanta el trabajo de Pablo Tamayo. Luego lo comentaré.

Galería Mundo



Hace un par de semanas fui a ver que tenían en La Galería Mundo. Nada muy especial. Unas fotografías de grano explotado, trabajadas al límite en photoshop y completadas por leves capas de pintura al óleo. Imágenes urbanas, objetos cotidianos y encuadres de cuerpos, todo, intervenido con unas figuras iconogáficas repetitivas y que simbolizan la alienación de la sociedad actual, o algo así. Enfin, un mamarracho digital que hace que el discurso se vuelva demasiado obvio. Lo mejor fue sin duda la apropiación de la escultura de Bachué que conservaron de la exposición pasada, y que el artista (a mi modo de ver más un 'hobbista' que un profesional) logró adornar de forma medianamente adecuada.

Aquel día hizo un sol de verano que junto a la fuente de detrás de la Galería, en plenas torres del parque, me hicieron sentir en otra ciudad, en otro momento, en otra posible vida.

Mañana Jueves 10 de Julio inauguran, para celebrar su aniversario, una interesante muestra de arte joven: Historias intímas. Me muero por criticar.